sábado, 22 de marzo de 2008

Otro TestiMonio De Vida....



El de BLANCO ES JAIRO (el protagonista de esta historia) y el de rojo es mi amigo sergio...


Tengo otro testimonio de vida que contarles y lo mas chistoso es que el joven o señor nuevamente se llama Jhon Jairo, pero no es el mismo del barrio el Calvario.


Jhon Jairo era un joven de Bogotá, que vivia bien. Todas sus necesidades materiales estaban satisfechas, pero un dia decidio probar la droga por curiosidad, lo que el no sabia era que se quedaria en ellas por un largo tiempo. A medida que seguian transcurriendo los dias, la adiccion por las drogas en Jairo crecia, empezo a robarse las cosas de la casa para venderlas o empeñarlas y asi poder satisfacer su necesidad de drogarse. Cuando su familia se entero del su problema con las drogas decidio enviarlo a un centro de rehabilitacion, de donde meses despues se escapo.


Cada dia dentro de Jairo crecia una necesidad mas intensa por la droga, cayo tan bajo que empezo a vivir en el cartucho, donde se caso con la que hasta un tiempo fue su esposa. Un dia llegaron unos tipos a esa calle donde el estaba con machetes y atacaron a su familia, mataron a su bebe y a su esposa y el logro salvarse, aunque el quedo con grandes heridas en todo su cuerpo.

este acontecimiento marco al vida de Jairo, lo llevo cada vez mas a caer en las drogas y en la depresión, durante mucho tiempo fue un mendigo, un indigente, viajo a Armenia y a Pereira.
Trabajaba pidiendo dinero en las calles segun el "era un buen negocio, le daba mucho lucro!!!".


Luego de estar un tiempo en Pereira viajo a Tulua. Exactamente el 21 de julio de 2005, el dia que llego a Tulua pasaba por el barrio Alvernia, eran aproximadamente las 8 de la noche, y escucho una musica en una casa, se acerco porque la puerta estaba abierta y el queria algo de tomar. Era una iglesia cristiana, es a la iglesia a la que yo asisto. Una persona que estaba afuera le pregunto a Jairo que necesitaba, el respondio que queria un vaso con agua, la persona se lo trajo y lo invito a entrar. Estabamos en la reunion de jovenes, todos lo recibimos bien, confieso que no tenia un olor muy agradable, quizas llevaba dias sin bañarse, pero lo mas lindo es que se quedo con nosotros y empezo a contarnos su vida. Una persona adulto lo invito a que se bañara, y le regalo ropa. El estuvo varios dias en la Iglesia, donde Dios empezo a llenar su Corazon, el empezo a combatir con la droga y de alli se fue para un centro de rehabilitacion. Despues de dos años alguien de la iglesia se lo encontro en Bogota y el le conto que estaba muy bien y que gracias a Dios habia dejado la droga.


Fue muy especial compartir varios dias con Jairo, estuvo mas o menos una semana y fue alli donde nos conto su vida a mi y a varios amigos. Solo espero que ahora este muy bien.

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