Dia tras dia podemos ver como las calles de nuestra ciudad se ven inundadas con indigenetes que andan de un lugar a otro, sin rumbo, sin destino.


En las mañanas cuando voy en el bus hacia la universidad, veo algunas personitas que se encuentran acostadas en los rincones de las calles de Cali. Algunas de ellas intentando conciliar el sueño, entre el frio de la madrugada, el ruido y contaminacion que generan los carros, buses y demas vehiculos que empiezan una nuevo dia, una nueva jornada laboral.
Los indigente tambien tienen un nuevo amanecer, y seguramente un dia en el que tendran que subsistir y intentar suplir algunas de sus muchas necesidades. Despues de tener un dia quizas lleno de caminatas, nuevamente intentan descansar en un pequeño espacio que les brinden las calles de nuesra ciudad.

Aunque nunca he tenido la oportunidad de entablar una conversacion con una persona indigente, me imagino que la descripcion anterior puede ser un breve resumen de la vida de muchos de ellos, ya que eso es lo que observo cuando miro a mi alrededor.....